lunes, 31 de diciembre de 2012

Punto y aparte.

No tengo mucho que decir si después de todo este tiempo lo voy a perder todo. Si me pilla un callejón sin salida y saltar al otro lado no depende de mi. O depende de mí, y no decido ni intentarlo. 
Tú, que formas parte de esas personas que si algún día me fallan, sin duda sabré tomarlo como un error cualquiera, sin la importancia suficiente como para destruir tantos meses de 'no se que haría yo sin ti'. Soy sincera cuando digo que es como si se me escapara una parte de mí, o como si una hermana me dejara para siempre. 
He perdido mucha gente a lo largo de mi  corta vida. Y las hay que no te importa perder, que las pierdes y no son imprescindibles, que las pierdes y es completamente reparable. Que las pierdes y descubres que prácticamente no valió la pena luchar por ello. Pero sabes que no puedes perder a alguien cuando se te va y te faltan más cosas que la propia persona. Cuando casi parece que te faltas tú, que ya no eres la misma persona, que estas incompleta.
Y la gente pensando en parejas, y novios y amor y en distancias y a mi ahora mismo solo me apetece abrazarte, pequeña. Y que me digas que no pasa nada, que todo esta bien, que no te vas a ir nunca más. Que podamos dejar de lado los reproches, las malas palabras, el rencor. 

No se si conseguiremos remendar los errores, arreglar el jarrón. Pero se me ha ido, y la hecho de menos. 

martes, 18 de diciembre de 2012

La esencia de la vida.

Yo me pregunto si hacer o no hacer algo si no sabes las consecuencias que va a tener. Si no sabes si son buenas o malas, y en que grado. ¿Serán muy malas? Estoy preparada para las malas consecuencias. Para hacer algo y esperar después lo peor. Me dicen porque soy pesimista y supongo que si espero siempre lo peor y pasa algo bueno, lo bueno será mejor todavía. 
No quiero arrepentirme de nada. Se que es imposible, ya que con los errores se aprende y a mis enormes meteduras de pata les debo mi humilde experiencia. Quiero equivocarme, una y otra vez. Quiero llorar mis penas y reír mis buenos momentos, que para eso son míos. Quiero que alguna vez las consecuencias no se interpongan entre algo que me hace feliz. Vivir el hoy, y no el mañana de ayer. Si hoy es un mal día ¿por qué no? ¿Cómo aprovechar los días buenos si no tenemos días malos? ¿Cómo disfrutar de las buenas personas si no nos cruzamos con las malas? Es imposible. Riámonos de los problemas, que por muy malos que sean, todo en esta vida tiene solución menos la muerte. 
Quizá sea mejor hacer algo que nos hace felices y luego pagar cierto precio que no hacerlo y seguir iguales, sin felicidad ni tristeza. Sin vaivenes, sin carreteras donde elegir. Obremos, erremos y arrepintámonos.  Supongo que cuando deje de aprender, de sorprenderme, de equivocarme, será entonces cuando ya no tenga nada que hacer en esta vida. 

Crecer poco a poco es la esencia de vivir.
Vivamos entonces.