miércoles, 28 de noviembre de 2012

"Absolutamente complicado"

Querías algo largo. Ahí va, chica de las jirafas:

La conocí un día aleatorio, hace ya años. No recuerdo hace cuanto puesto que soy mala, muy mala, para las fechas y tengo cierta perdida espacio-temporal. "¿Quién es esta tía? Que borde." Pero me gustaba. Yo creo que admiraba su peculiar personalidad desde el primer momento. Me gustaba esa capacidad suya de responder a todo con cierto tono de sarcasmo, alejando así a todo bicho indeseable.
¿Después? Nos conocimos lo justo como para decir que me caía bien. Circunstancias suyas sentimentales hicieron que tampoco pasara mucho tiempo junto a ella. Incluso llegamos a distanciarnos y mucho después de un tiempo que parecía que nos hacíamos, lo que se dice comúnmente, mejores amigas. 

Un día la llamé a casa. No se si alguien podría entenderlo algún día pero muchos de los mejores momentos que he vivido los he pasado con ella. Tanto reír como llorar es sumamente fácil a su lado. Sobretodo reír. Y ese día me dí cuenta de que esta humilde persona, con dos rastas variables, un pintalabios color Terracota, una camiseta con una talla 10, un don para pintar, un pelo castañirrojo y que me hacía sonreír siempre, era, sin duda alguna, una hermana. O un alma gemela, aún no lo se. Quizá aún es demasiado pronto para saberlo.

Hoy, un 28 de noviembre de 2012, sigo sin dudar de su importancia en mi vida. Quiero comer berberechos, tomarme un café solo un domingo, que me pinte a boli Bic, llamar a su casa mientras su madre le pide que cuelgue, compartir el Terracota, oír como pasan cosas que yo había predicho, hacer cosas que ella había predicho, salvarme de todo con un abrazo, escribir en su libreta, decir "titi", "churro" y "chato", mantener alguna que otra conversación estúpida, reírnos de lo que nos preocupa, robarnos pulseras, pendientes y momentos.

No, no me gustan las mujeres. Pero si me tuviera que casar, lo haría con Cristina Santanach.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Cosas que hacer cuando acabe los exámenes.

¿Buscar un trabajillo? Quiero ahorrar. Buscar una guitarra porque por ahora no puedo permitirme comprármela. Ir a Madrid. Buscar regalos para cumpleaños atrasados. Ver al menos la mitad de mi lista de pelis antes de tener otra estupenda tanda de exámenes. Escribir varias entradas. Me apetece hacer deporte. Haré deporte. ¿Natación? Por qué no. Hacer que mi habitación vuelva a ser una habitación. Reescribir mi pizarra. Tomarme un buen café. 

Eso sí. Todo esto CUANDO ACABE LOS EXÁMENES. 

domingo, 4 de noviembre de 2012

De caballeros y princesas en apuros.

Queridos caballeros de brillante armadura: no todas somos princesas en apuros. 
A algunas nos gusta llevar los pantalones y luchar nosotras mismas contra el dragón, escapar del castillo, construir una cabaña y vivir felices para siempre. Somos esas caperucitas rojas que cazan al lobo, bellezas que no se pinchan con agujas, que no aceptan fruta de extraños, que no huyen de ninguna bestia y que tiran la escoba y dejan a la madrastra con la palabra en la boca. Sirenas que prefieren cola antes que amor. 
Y en el caso de que quisiéramos que un caballero y su respectivo corcel blanco nos vinieran a buscar, no serviría de mucho. Ya que la mayoría de los hombres en cuanto ven la zarpa del dragón salen corriendo con el rabo entre las piernas. Ahí es cuando descubrimos que debajo de tanto metal solo hay otro cobarde con aires de superioridad. Y si te salvan, ¡pobre de ti si no eres la princesa que esperaban! Encima querrán mantener algo de honor después de haberte hecho esperar 100 años en una torre y dejarte a merced de cualquier otra maldición, de la que prefieres acabar salvándote tu antes de que otro guaperas con espada venga a conquistarte. 
Príncipes, principitos y caballeros del siglo XXI: haced algo de provecho y luchar por vuestra dignidad, las princesas ya no existen y las mujeres os tienen calados.